Los mexicanos tenemos una “buena relación” con la muerte. Mientras en el resto de los países del mundo es un tema que causa dolor, en nuestra nación tenemos una irreverencia hacia la muerte que se refleja no sólo en las tradiciones sino en las propias expresiones que usamos para referirnos a los difuntos, por ejemplo el término: “Petatear”
“Ya se petateó”, del verbo petatear o petatearse, se usa como sinónimo de morir.
El origen de esta peculiar y jocosa expresión es el petate, artículo que desde tiempos ancestrales se utilizaba de muchas formas y una de ellas era justamente fungir como mortaja para envolver el cuerpo de un difunto.
El petate fue un elemento básico durante mucho tiempo en México. Se utilizaba como cama; ahí se paría, se comía, se dormía y hasta se moría.
Esta “alfombra de palma” se utilizaba para velar y enterrar a los muertos desde la época prehispánica. Es más, en la actualidad quienes no cuentan con recursos económicos, siguen usando el petate en lugar de un ataúd. Por eso cuando alguien moría, se decía “ya se petateó”, es decir: ya lo enrollaron en el petate y lo llevan al panteón.
De hecho, el traslado al panteón de un cuerpo envuelto en petate dio origen a otra frase muy mexicana: “No te asustes con el petate del muerto”, pues la gente que miraba como trasladaban al difunto envuelto así, se espantaba al mirar pasar el cortejo fúnebre rumbo al panteón.