
Si eres de los que se la pasan pellizcando la comida y piensan que eso es un gran problema, ¡No te preocupes! Eso realmente no es un problema (siempre y cuando que elimines los dulces, las pizzas y demás alimentos ricos en grasas saturadas). Guarda en tu mochila, en la oficina y en el coche frutos secos, fruta deshidratada y galletas integrales. Son ideales para saciarte y no se echan a perder si los guardas en un recipiente.
Es importante comer algo durante el día, no sólo por la energía y la fuerza que te da, también para que luego no te des un atracón a la hora de cenar porque estás muerto de hambre. Evita los aperitivos preparados y comprarte pastas, dulces y chocolates: no te darán una energía duradera, y suponen un exceso de grasa y calorías.