La pasta de dientes es un producto de higiene personal que, con el paso de los años, se convirtió en algo esencial en la vida de toda persona. No obstante, más allá de ser un producto esencial para el cuidado y salud de los dientes, la pasta dental y sus componentes se pueden utilizar para muchas por ejemplo para combatir el acné, desempañar los espejos, quitar manchas, entre muchas cosas más. Pero ninguno de sus múltiples usos menciona que sea comestible, sin embargo a veces por error o curiosidad lo hacemos, ¿Y qué pasa?
La pasta de dientes contiene dos ingredientes peligrosos si se come: uno es el fluoruro de sodio y el otro es el triclosán. En pequeñas cantidades, su consumo puede tener efectos negativos que no pasan de dolor estomacal y bloqueo intestinal, pero en grandes cantidades una sobredosis de fluor podría causarnos convulsiones, diarreas, taquicardias y en el peor de los escenarios: la muerte.
Pero tranquilo, para que eso suceda se necesita consumir una gran cantidad de pasta rica en Flour.
Donde debemos de tener más cuidado es con los niños pequeños, pues su estómago no es tan resistente como el de un adulto, e ingerir una pequeña cantidad si podría causarle algunos síntomas como diarrea, vómito y shock.
Así que ante la duda es mejor no ingerir pasta de dientes. Sabemos que se ve bonita, huele bien y de seguro se le antoja robarla, pero no lo haga por favor.