El buen Nick debía pagar 3 mil dólares por el impuesto de compra de dos coches. Tras varias discusiones con el Departamento de vehículos de Motor de Virginia, Estados Unidos, vengarse, pues le estaba saliendo más caro el caldo que las albóndigas.
El hombre se resignó a pagar el impuesto, pero no sin antes pensar en una forma de venganza contra la administración, así que se le ocurrió pagar los impuestos con la moneda más pequeña posible: el centavo, como lo conocen en Estados Unidos: pennies.
Así lo hizo y se presentó en las oficinas con cinco carretillas llenas de monedas de un centavo que juntas sumaban los 3 mil dólares que debía pagar. En total llegó a las oficinas con 300 mil monedas de cobre que juntas pesaban 725 kilos.
Esta acción hizo que once funcionarios se vieran obligados a contar una por una las 300 mil monedas durante varias horas para comprobar si Nick estaba pagando la cantidad que se le pedía.
Pero eso no es todo, el hombre grabó en video este momento y rápidamente se viralizó por internet y las redes sociales.
¿Qué le pareció esta venganza de parte de un ciudadano cansado de pagar tanto impuesto?