México es uno de los países que más botellas de agua natural consume con un promedio de mil 385 litros por hogar, de acuerdo con un estudio de la empresa Kantar Worldpanel.
Un censo realizado por el INEGI en 2017 dio a conocer que el 76.3 por ciento de los hogares mexicanos consumió agua de garrafón o botella y todo esto porque el mexicano tiene desconfianza en el agua potable que sale de su llave.
El garrafón de 19 o 20 litros, es el formato de mayor compra en los hogares mexicanos, con el 98% de la preferencia impulsado por aquellos proveedores a domicilio que van ofreciéndola desde triciclos a camiones repartidores.
En nuestro país, cada familia destina dos mil 500 pesos anuales para comprar este producto, al día son desechadas 21.3 millones de botellas PET.
El consumo por persona de este tipo de agua llegó a 250 litros al año, que se ubica a más del doble de lo consumido en Estados Unidos con 110 litros y España con 119 litros.
Una de las consecuencias de esta forma de consumo, es que impacta la economía familiar por la disparidad de costos con relación al agua proporcionada por el gobierno a través de la infraestructura pública. Además de que representa un problema por la generación de basura derivada del desecho de envases mediante los que se comercializa el agua, esto sin mencionar que estamos haciendo millonarias a las empresas que venden estas botellitas.
¿Y usted, de donde bebe agua? ¿Directo del grifo, la hierve o de plano compra garrafón?