El número 13 por sí solo se considera de mal agüero, de hecho es más fatídico para gran parte de Latinoamérica y Europa (específicamente España) si coincide en el calendario con el Martes 13. Hasta existe una palabra que designa una fobia a este día: “trezidavomartiofobia” o “triscaidecafobia”.
El origen de la maldad atribuida al martes se debe a su asociación con “Marte”, el Dios romano de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, la leyenda dice que un día martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel.
Por su lado, el número 13 desde la antigüedad fue considerado como de mal augurio ya que en la Última Cena de Jesucristo, 13 fueron los comensales; la Cábala enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte.
Tal es el miedo que en algunas personas provoca el 13, que muchos aeropuertos y hoteles evitan numerar pisos, elevadores y puertas de abordaje con ese número.
La consideración del martes como día fatídico ha dado origen a varios refranes como aquel que dice:
El martes, ni te cases ni te embarques.
El martes ni hijo cases, ni cochino mates.
El martes ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tajes.
Eso sí, las malas vibras que se le dan al martes 13 no tienen fundamentos científicos, por lo cual se debe tener muy claro que sólo se trata de un mito.
De hecho, las connotaciones negativas hacia este día son iguales a las del viernes 13 en Estados Unidos; allí, la unión del viernes y el 13 se popularizó a consecuencia de la serie de películas de terror “Viernes 13”.