Millones de personas nos hemos encontrado en la situación de aguantarnos las ganas de ir al baño. Ya sea porque hay trabajo que hacer, porque vamos manejando o simplemente porque hace mucho frío y no queremos salir del confort de las cobijas.
Algunos van a pensar que es lo más normal del mundo, pero no es así. En algunos casos, el retener la orina dentro del cuerpo durante mucho tiempo no es precisamente la mejor decisión, ¿por qué? Bueno, la verdad es que tiene más de una consecuencia.
Retener la orina durante mucho tiempo y en varias ocasiones, puede ser dañino para nosotros. La vejiga de un adulto, puede retener hasta medio litro de pipí antes de que sienta la necesidad de vaciarse, ya que posee receptores que indican cuando ha llenado su capacidad y envían señales al cerebro diciéndole que es hora de ir al baño.
Si el cerebro decide aguantarse, los esfínteres de la vejiga se aprietan, pero si se mantiene por llena durante demasiado tiempo, se pueden desarrollar algunas condiciones a largo plazo, como la retención urinaria, que no permite que la vejiga se vacíe completamente al orinar; o riesgo de infecciones urinarias. En casos extremos y muy raros donde se llega a retener la orina por tiempo excesivo, esta puede estallar. Es poco probable que eso suceda, ya que en circunstancias como estas, el cuerpo simplemente ignora las órdenes de retener el líquido y la consecuencia es que terminen mojando los pantalones.
Así que ya saben, mejor no aguantarse, recuerden el dicho: “más vale perder un amigo que una tripa”