Si a usted le dicen “pelado”, “grosero” o “barbaján”, tranquilo tal vez sólo esté enfermo.
La coprolalia es la tendencia patológica a decir obscenidades, es un trastorno neuropsiquiátrico heredado, que comienza en la infancia y que se caracteriza por múltiples tics físicos y vocales. Estos tics pueden aumentar o disminuir con el tiempo, entre los tics vocales se encuentra el hecho de decir obscenidades, frases despectivas y todas aquellas palabras que se consideran inapropiadas u ofensivas en el ámbito social.
El tono y volumen que emplean para decirlas suele ser mucho más alto de lo normal, provocando una situación de aislamiento o ansiedad social. Además, es posible que esta enfermedad también cause que el paciente repita mentalmente dichas palabras inapropiadas, imposibilitando la concentración para cualquier tarea.
Las personas que sufren de coprolalia son incapaces de controlarse, por lo tanto, esto los lleva a múltiples problemas tanto en su vida personal como laboral.
Uno de los tratamientos más comunes para mitigar los efectos de esta patología es el uso de la toxina botulínica, mejor conocida como Botox, un tipo de bacteria tóxica que puede ser inyectada cerca de las cuerdas vocales y que paraliza temporalmente los músculos de esa zona, disminuyendo así los arrebatos verbales.
Anótelo bien, se llama Coprolalia.