La ciencia ha demostrado que dormir desnudos ayuda a mantenernos en un estado saludable físico y mental. Pero, ¿sabías que además previene enfermedades?
Según un reciente estudio, en Estados Unidos uno de cada tres adultos duerme desnudo.
Los expertos en estudios del sueño coinciden en la debemos de dormir con medio grado de temperatura menos para conciliar un sueño profundo y reparador.
Cuando nos dormimos, el cerebro envía mensajes a los vasos sanguíneos para que liberen calor por lo que es importante no taparnos demasiado y conseguir que nuestro cuerpo esté menos caliente de lo normal para que el cerebro pueda regular la temperatura sin problemas.
Si algo impide que podamos bajar la temperatura –véase el pijama o usar un edredón nórdico de aquellos hechos para Finlandia en plena serranía cordobesa–, el cerebro se despierta para ver qué está ocurriendo y nos cuesta más conciliar el sueño. Es decir, las clásicas noches en las que nos despertarnos a cada rato pueden ser porque tengas demasiado frío o calor.
Así, al dormir desnudos facilitamos que nuestro cuerpo se enfríe y el cerebro trabaje tranquilamente.