¿Qué sería de nosotros sin la música?
La música nos acompaña en todo momento, y quizás es nuestra única compañera en las situaciones más determinantes de nuestra vida: en nuestras alegrías, nuestras tristezas, nuestros triunfos y derrotas, nuestros momentos de diversión y también cuando somos presa del aburrimiento.
En todo el mundo, miles de personas que nacieron con un don y tienen una de las vocaciones más generosas que existen, crean obras que nos evocan todas y cada una de las emociones humanas.
Hoy es el día donde se conmemora a estos talentosos humanos conocidos como músicos.
Se instituyó el 22 de noviembre como Día del Músico por ser el día en que Santa Cecilia falleció. Esta mártir fue nombrada patrona de los músicos debido a que es la fundadora de la Academia de la Música de Roma, en 1594, mismo año de su muerte y misma fecha en que fue canonizada por el papa Gregorio XIII.
La historia de Santa Cecilia tiene tintes dramáticos y curiosos y sin duda, hay que conocerla.
Cecilia nació en Roma, en el seno de una ilustre familia, fue casada contra su voluntad con un joven pagano llamado Valerio. Ella logró que su marido se convirtiera al cristianismo, al igual que su Hermano Tiburcio.
Denunciados por esta práctica, los dos hombres fueron decapitados. Cecilia fue también fue acusada y condenada a ser arrojada al fuego, pero salió ilesa. Al ver que no moría, el emperador la condenó a la decapitación.
Las primeras celebraciones del Día del Músico se remontan al siglo XVII en Francia, Italia y Alemania, donde se reunían los más destacados artistas de Europa.
En esta fecha, en México se acostumbra llevar a cabo una serenata masiva en la Plaza de Garibaldi donde se le canta las mañanitas a Santa Cecilia.