“¡Si correr le hace daño al riñón, mejor dejo de correr y me pongo a tomar!”…
Así dirán algunos, que usaran esto como justificación para no hacer ejercicio. Pero no, esta nota no pretende dejar de lado los tantos beneficios que tiene esta actividad, sino darle información para prevenir posibles daños.
Y es que un estudio reveló que cuando alguien corre un maratón, además de hacer mucho esfuerzo en la caderas, rodillas, tobillos y pies; también tiene un gran desgate a nivel renal.
La maratón es una de las competencias más exigentes que existen. La distancia tradicional de 42 kilómetros, demanda de un esfuerzo descomunal de más de dos horas.
Los científicos tomaron los datos de sangre y orina de los corredores de la maratón de Hartford del 2016 y encontraron que luego de la carrera, hasta un 82 por ciento de ellos sufrían insuficiencia renal aguda IRA, en primer grado.
Esta patología es una enfermedad caracterizada por una incapacidad de los riñones de filtrar los desechos y toxinas que se encuentran en la sangre.
Esto sólo es al correr a alta intensidad por mucho tiempo. Así que no se preocupe, si no es un maratón, sus riñones están a salvo. Y recuerde siempre ver a un médico y prepararse física y mentalmente antes de competir en un evento de esta magnitud.
¡Un maratón, no cualquiera lo corre!