En un esfuerzo por evitar que su hija fuera discriminada por no tener padre, una mamá soltera japonesa tomó la polémica decisión de contratar a un actor que se ha hecho pasar por el padre de la niña durante los últimos 10 años.
Megumi era solo un bebé cuando sus padres se separaron, y el papá desapareció de su vida. La madre; Asako, recuerda que la niña comenzó a preguntar dónde estaba su padre muy temprano, pero que su ausencia no parecía ser un gran problema hasta que tuvo 10 años. Fue entonces cuando Asako notó un cambio en el comportamiento de su hija; dejó de hablarle, se volvió introvertida, y dejó de ir a la escuela. Su madre pronto se enteró que la niña estaba siendo víctima de acoso escolar.
La mamá estaba desconsolada, y después de pedir ayuda a los maestros de Megumi, también decidió darle a su hija lo que más deseaba; un papá. Asako había oído hablar de las personas que contrataban a agencias que podían enviar actores para que interpretaran a parientes falsos, invitados a bodas, e incluso parejas románticas, por una tarifa, por lo que decidió alquilar a alguien para que se hiciera pasar por el padre de su hija. Adicionó a cinco candidatos, y optó por el Sr. Takashi, un actor de formación, ya había interpretado a novios, hombres de negocios, amigos y padres, e incluso a un novio en varias bodas falsas. Se reunió varias veces con Asako para comprender lo que se le exigía, y también estudió varias películas de Hollywood para prepararse para su papel.
El actor comenzó a ver a su “hija” dos veces al mes. Iba a excursiones, al cine y a fiestas de cumpleaños. La conducta de su hija no tardó mucho en mejorar considerablemente. Estaba más feliz, más sociable y comunicativa, e incluso decidió volver a la escuela. Fue entonces cuando Asako supo que su engaño había valido la pena.
Contratar al actor cada mes implica pagarle alrededor de 10 mil yenes, algo así como 1800 pesos por llamado. Pero recordando lo infeliz que era su hija antes de que su “padre” regresara a su vida, la mujer cree que es dinero bien gastado. “Sé que algunas personas piensan que es una tontería pagar dinero por mentirle a mi propia hija para tener un padre ficticio, pero estaba desesperada”, dijo. “Cualquiera puede entender ese horrible sentimiento de desesperación, al ver que su hijo sufre tanto”.