Ya es viernes y de seguro ya le esta dando sed de la mala, de esa que le hace acabarse la quincena de un sólo golpe. Seguramente a todos nos ha pasado que después de la tercera copa, durante una fiesta, vamos entrando en confianza y nos sentimos más felices. Pues a estas personas no sólo les ha pasado sino que ahora tienen una evidencia fotográfica de ese momento.
Marcos Alberti es un fotógrafo brasileño que documentó a varias personas luego de haberse tomado unas cuantas copitas. Los resultados son muy hilarantes y seguramente unos lo harán reír.
La primera fotografía fue tomada justo después de que los invitados llegaban al estudio, con la intención de capturar el estrés y la fatiga después de trabajar todo el día y lidiar con el tráfico. A medida que las copas aumentan, la expresión muestra claramente un antes y un después del vino.