Es normal que dos semanas después de un evento que nos genere un gran impacto emocional, como lo fue el sismo del pasado martes 19 de septiembre, podamos sentir ansiedad, estrés, tristeza y miedo, pues estos son síntomas normales del estrés post-traumático.
Si pasa este tiempo y estos sentimientos aún persisten, estamos hablando ya de indicios de depresión.
Para evitarla, es necesario seguir las recomendaciones de los especialistas.
En principio, es importante que las personas platiquen su experiencia y expresar sus sentimientos.
Si hay insomnio y dolor de cabeza, no es recomendable automedicarse, sino acudir al médico más cercano.
Algunas otras opciones para tranquilizarnos son escuchar música suave, pintar, hacer actividad física leve que no implique salir a la calle y evitar todo contacto con imágenes de derrumbes posterior al sismo.
Asimismo la UNAM ofrece atención piscológica a distancia en el teléfono 41-61-60-41 y también puedes comunicarte al Consejo Ciudadano al 55-33-55-33.