Llamamos “lengua materna” a la primera que hablamos, a la que aprendemos dentro de la casa familiar y con la que iniciamos el conocimiento del mundo que nos rodea. En México, el español es la lengua materna de muchos de nosotros, pero no es la única. Cientos de miles de hombres y mujeres, a lo largo y ancho del territorio nacional tienen como lengua materna alguna otra, y todas son amplios universos de comunicación y aprendizaje: el náhuatl, el rarámuri, el zapoteco, el mazateco, el chol, el maya, el ñahñú, el ayuuk, el seri, el yumano, el mixteco, el p’urhépecha y muchas más.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, estableció (desde el año 2010) que cada 21 de febrero se celebrara el Día Internacional de la Lengua Materna, con la intención de señalar la importancia de que las lenguas de todo el mundo se preserven y de que todos los seres humanos tengamos las mismas oportunidades para expresarnos en la legua de nuestra infancia, encontrando las condiciones propicias para conservarla y engrandecerla. Esta es una tarea que en México cobra particular importancia, porque somos un país plurilingüe y porque es responsabilidad de todos reconocerlas, fortalecerlas y abrirles los espacios de expresión y difusión que se merecen.
Radio México Internacional tuvo la oportunidad, en este día, de conversar con la poeta p’urhépecha Rubí Tsanda Huerta, que se encuentra en la ciudad de México participando en diferentes actividades relacionadas con el Día Internacional de la Lengua Materna. Ella nos habló de su experiencia como portadora de una lengua materna distinta al español y de la gran riqueza que ha significado para ella expresarse en un idioma tan antiguo, rico y complejo. Rubí crea su poesía en p’urhépecha y es, además, una activa defensora de la importancia de las diferentes lenguas indígenas de México. Además conduce un programa en Radio Nicolaíta de la Universidad Michoacana, que está hablado en lengua p’urhépecha y que se dirige a los migrantes de las diferentes comunidades michoacanas que viven en la ciudad de Morelia.
Le agradecemos mucho a Rubí Huerta esta plática y la compartimos con ustedes en el audio que se encuentra bajo estas líneas. El poema que se escucha en la parte final lo tomamos de la página descargacultura.unam.mx donde pueden encontrar otros textos de Rubí en su propia voz.
Para escuchar la entrevista haga clic sobre el reproductor.