¿Se imaginan todas las pláticas y encuentros que pudieron haber sucedido en un café con 60 años de tradición? El Café Río sí que puede. No en vano ha sido testigo de los cambios acontecidos en el Centro Histórico, específicamente en la calle Donceles esquina con Brasil, donde está enclavado.
Gema Serna Hauayek, hija de la fundadora de este café, platicó para el público de Radio México Internacional de los personajes que han asistido a este pequeño rincón. Entre los más distinguidos destacan: María Félix, Carlos Monsiváis y Damián Alcázar.
La longevidad del Café Río puede deberse al éxito no sólo de su café, sino también de sus postres, como los dedos de novia, el pay de dátil o la comida libanesa que sólo se sirve los días miércoles.
Los comensales se dan cita para discutir cuestiones filosóficas o amorosas, mientras degustan una bebida caliente o fría que les aporte energía. Se trata de un lugar que se conoce por pura casualidad al caminar por el Centro Histórico o “histérico”, como le dice Gema, quien presume de haber visto el paso del tiempo a través del mostrador.
Cuenta que el café no se tuesta ahí como antes, es traído desde Coatepec y tostado en Puebla. Destaca que no se trata de una franquicia. Ella teje una red con productores locales. “Aquí acude la gente que le gusta el buen café, lo demás es moda”.
Es difícil encontrar algún cronista contemporáneo que no mencione este café, como Vicente Quirarte, Ángeles González Gamio y Arturo Villegas. A quienes les guste conocer la ciudad y los sitios más emblemáticos de ella, los invitamos a escuchar esta entrevista que describe algunos de los cambios en la sociedad y en las calles de México vistas desde las mesas de un café.