Texto: Rita Abreu
Hay en tus ojos el verde esmeralda que sale del mar
y en tu boquita la sangre marchita que tiene el coral.
En la cadencia de tu voz divina la rima de amor,
y en tus ojeras se ven las palmeras borrachas de sol…
Agustín Lara, (1933)
Pidió abrir la charla con el danzonete Palmera en la voz del tenor Alfonso Ortiz Tirado, con una orquesta atrás muy al estilo de los años treinta, claves y panderos incluidos. No podía faltar Agustín Lara en su libro Soundtrack de la vida cotidiana. Cien años de radio y música popular en la Ciudad de México, (Unam 2021). Por primera vez estaba frente a mí, el gran investigador y autor de varios textos sobre la historia de la radiodifusión en México, Fernando Mejía Barquera. ¡Estábamos compartiendo micrófono, en vivo!

Percibí que si le emocionaba hablar del contexto político-económico de la radio, el brillo de sus ojos se intensificaba al hacerlo de la música que hizo sonar la radio. Quedé arrobada, lo sabía todo: cuando la orquesta dejo cierto formato y metió metales, que hizo La Santanera para sonar como La Aragón y al mismo tiempo mexicanizarse… Mientras escuchaba a este hombre enciclopedia pensaba lo increíble que sería que condujera su propia serie radiofónica, ofreciendo a la audiencia la novedosa y vasta información que poseía por época, incluidos los éxitos, las tendencias, y hasta los excesos en que incurrió la industria discográfica.
En la euforia de esta plática -en realidad toda una cátedra-, le expresé la propuesta. Al calor de la cabina dijo que sí… pero semanas después me explicó que en realidad no contaba con el tiempo, tenía compromisos de entregas, escrituras pendientes, así que apenado se retractó.
Son encuentros de una sola vez que te marcan, y te hacen admirar de manera multiplicada a un gran maestro, sencillo, algo tímido, con una emoción contenida que va in crescendo para irnos acercando a ese mundo musical fascinante y también condicionado por los intereses de mercado.
Descubran a través del podcast su selección musical por década. Para los años cuarenta, por ejemplo, nos hizo oír en la voz de Lupita Palomera con la orquesta de Rafael de Paz, este éxito de 1941:
Si te dicen que he llorado por ti no lo he de negar pues no sé mentir.
Y si te hablan de mi amargo sufrir, escúchalo bien que todo es por ti.
Mala noche.
Alberto Domínguez
Maestro Fernando, gracias por visitar RMI, cuidaremos tu legado.