Le llaman Niñopa, o también Niñopan, y es una antigua y hermosa imagen del niño Dios tallada en madera de colorín, que desde el siglo XVI es venerada, respetada y muy querida por los habitantes de los pueblos y barrios de Xochimilco. Es una imagen que no se guarda en un templo, y su culto está asociado a un sistema de mayordomías en el que cada 2 de febrero una familia diferente toma a su cargo su cuidado y la atención a los fieles que lo visitan. Se le tiene respeto pero también se le tiene cariño porque es un niño y, como a todos los niños, se le consiente, se le protege y se le rodea de un ambiente de fiesta y de regocijo.
Dentro del calendario de actividades anuales de Xochimilco relacionadas con la veneración del Niñopa, las posadas tienen un papel muy importante. Son las fiestas que se realizan desde el 16 y hasta el 24 de diciembre recordando la peregrinación que hicieron la Virgen María y San José que culminó con su llegada a Belén, sitio en el que nació el Niño Jesús. Los festejos de cada una de estas 9 jornadas en Xochimilco, son organizados por un donador o posadero, que es quien se hace cargo de todas las actividades de la fiesta que se llevan a cabo en diferentes momentos del día y en distintos puntos de los barrios y pueblos de la Delegación. Misa, procesión, cantos, danza de chinelos, pirotecnia, música, regalos, comida en abundancia…
Todo esto forma parte de cada una de las Posadas del Niñopa, fiestas que, año con año, intensifican la fuerza comunitaria de Xochimilco, ese antiquísimo poblado del sur del Distrito Federal que sigue siendo un rincón en el que la tradición y la naturaleza aún se dan la mano…
Les invitamos a escuchar al Profesor Rodolfo Cordero, Cronista de Xochimilco e Integrante del Consejo de la Crónica de la ciudad de México con la narración de la posada del Niñopa.
Galería fotográfica de la 5° Posada del Niñopa 2014