Levantarse en sábado a las 5 am no es tarea fácil, pero cuando tienes por delante la promesa de presenciar uno de los mejores actos en vivo del momento, no cuesta tanto trabajo.
El Hellow Fest para su edición 2017 logró lo que muchos festivales en el interior de la república llevan buscando durante mucho tiempo: reinventar la escena de eventos en el país y quitarle ese protagonismo de conciertos tan arraigado que tiene la CDMX. La caravana de fans, gente de prensa y demás implicados que hacíamos el viaje a tierras norteñas nos demostró eso y entendimos que ahora nos toca a los “capitalinos” hacer los largos viajes para no perdernos lo mejor del año.

Y sí, todo giraba en torno a una sola presentación, aderezada por el regreso de algunas bandas consagradas en el gusto popular (como es el caso de The Horrors o los siempre consentidos Weezer). El nombre del momento, el acto estelar, el motivo de hacer el viaje a MTY era Kendrick Lamar sin lugar a dudas.
Con algunos percances logísticos previos al festival logramos llegar al arranque para ver a Neon Indian, quienes con sus sintetizadores y lograron poner a bailar por primera vez a los asistentes. Por otro lado el acto de Gnash no logró sobreponerse a las adversidades del huracán Harvey y tuvo que cancelar su presentación.

The Horrors ya estaba tocando cuando llegamos, y su set se compuso de canciones de su etapa del “Luminous”, “Skying” y por supuesto, del reciente álbum “V”. Si bien la gente no era tan eufórica con ellos, coreaban y recibían bien cada una de las canciones, principalmente “Still Life”, “Machine” y “I See You”, misma que puso fin al set de 9 piezas que prepararon para el festival.
Llegó así el turno de Kinky y la localía se hizo presente para corear las canciones ya clásicas de la banda. Tras unos pequeños percances con la escenografía del lugar, comenzaron a soltar hit tras hit para dejar a su público satisfecho. No hubo mayores sorpresas por lo que se puede decir que esta presentación cumplió y dejó el terreno preparado para los mejores momentos del festival.

El set de Weezer comenzó enmarcado todavía con esa euforia generada por sus predecesores en el cartel y el verlos arriba de un escenario generó un sentimiento parecido al de reencontrarse a un viejo amigo de los tiempos de escuela, el cual mantiene su esencia y nos recuerda el por qué lo apreciamos tanto.

Abriendo con “Hash Pipe”, “My Name Is Jonas” y “Pork & Beans”, los californianos no dieron tregua en ningún momento soltando éxito tras otro que incluyó sus versiones de “Hey Ya” de Outkast y hasta “Quién como tú” de Ana Gabriel (algo que ya habíamos visto en México). “Say It Ain’t So” sirvió como pretexto perfecto para cantar a todo pulmón y el cierre ligado de “Buddy Holly” terminó por conquistar a todo el festival por primera vez en la noche, antecediendo a lo que sería el momento climático de toda la noche.Con visuales inspirados en las películas de Kung Fu de los años 70 y que han caracterizado a la estética del heredero de Compton, inició aquello que desde ese primer momento estaba destinado a ser no sólo lo mejor de la noche, sino uno de los mejores conciertos en todo el país en este 2017.

El final estaba cerca, y sucedió uno de los momentos de mayor catársis en el festival, justo cuando la gente reconoció “Humble” se logró lo que muy pocos hasta ahora: silenciar a Kendrick Lamar para escuchar la versión “a capella” de todos mientras asentía con la cabeza y se emocionaba. Luego vino la versión propia del artista y la despedida, dejando la sensación de que no habría nada mejor que ver luego de lo que los asistentes al Parque Fundidora habían presenciado.
LCD Soundsystem saltó al escenario para ganarse a los que quedaban con sus ya clásicos temas conocidos dentro de su repertorio, y con ellos de fondo la gran mayoría decidió que el festival había terminado. Una gran participación por parte de los de James Murphy concluyó con “All My Friends”, dejando sólo a aquellos que querían continuar la fiesta con el acto final del festival.
DJ Snake logró apoderarse en poco tiempo de los que quedaban, y temas bastante reconocibles como “Lean On” o “Let Me Love You” retumbaron en las bocinas generando la fiesta necesaria para terminar de agotar las reservas de los asistentes que lo brindaron todo hasta el final.
Fue un gran sábado, sin duda. Para esas horas, los que nos habíamos levantado a las 5 am estábamos rendidos, pero seguros de que la expectativa había sido cumplida y comprobamos una vez más que los festivales en MTY están aventajando respecto a la propuesta en CDMX, lo cual nos garantiza una visita próxima a la ciudad.