Por fin, después de casi diez años de permanecer enlatada, llega De la Infancia (México: 2009. 120 minutos), una maravillosa película de Carlos Carrera. Con un guión del director, Silvia Pasternac y Fernando Javier León Rodríguez, la cinta aborda la historia de la familia Niebla. Francisco (Benny Emmanuel), es un niño nacido dentro de una familia disfuncional que llega a vivir a un nuevo lugar. La casa, ubicada en uno de los márgenes de nuestra ciudad, es una bodega que sirve para ocultar cosas robadas de una banda integrada por una ruda familia a la que pertenece Basilio (Damián Alcázar), el padre. Allí, uno de los niños descubrirá un fantasma que se posa en su hermano. El filme, basado en la novela homónima de Mario González Suárez, nos muestra cómo Francisco y sus dos hermanos tienen que recurrir a los más extremos recursos para asimilar la violencia. El padre, un hombre agresivo, deshonesto e impulsivo, es el primero que contamina a su propia familia. En medio del caos –producto de la inestabilidad, la pobreza, la marginalidad y las malas decisiones paternas– Francisco y sus hermanos intentarán sobrevivir la infancia. La película de Carrera pasa del terror al horror para hacer un oscuro, brutal –pero magistral– retrato de nuestra sociedad donde la incertidumbre va cerrando su manaza en los cuellos de los infantes. Con elementos realistas, fantásticos y sobrenaturales, el filme de Carrera, construye una ficción que pone el dedo en la llaga, ahí, donde la mirada infantil, ante el dolor y la confusión, busca una salida en un turbio y desesperanzador panorama. La dirección, la edición, la fotografía y las actuaciones son sobresalientes. Hay que felicitar a todos los que participaron en este proyecto y a todos los que hicieron posible que los espectadores podamos ver esta magnífica pieza del cine mexicano. No se pierdan De la Infancia, esta maravilla de cinta, que se exhibe en la 64 Muestra Internacional de Cine.