Este sábado 23 de enero, el álbum debut de Arctic Monkeys, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not cumple 10 añotes de haber sido lanzado a través del sello Domino Records.
Éste nuevo clásico es un parteaguas en la música contemporánea, no sólo por su ejecución y composición, sino por la manera en que surgió la banda británica y llegó a la fama y el éxito del que disfrutan ahora. Desde su sitio en Myspace, Arctic Monkeys lograron una enorme popularidad que aterró a los CEOs de las grandes compañías discográficas, augurando el nacimiento de una nueva era de descubrimientos de artistas y de distribución del mercado musical.
Gran parte del sonido del rock independiente de la segunda mitad de la década del 2010 está totalmente influenciada por el sonido de Alex Turner y compañía, y es que en ese entonces su música sencilla y al grano, sus letras juveniles y desfachatadas y su actitud de desmadre fue un golpe de aire fresco que todos los adeptos a la música agradecimos y disfrutamos desde entonces hasta ahora.
Podríamos decir que Arctic Monkeys -y en especial éste álbum que cumple sus 10 primaveras- son una mezcla muy bien ejecutada de sus antecesores británicos: son melódicos (The Beatles), sarcásticos (The Smiths), atascados como los Sex Pistols, y sin embargo groovies como The Stone Roses, llevan el componente estrepitoso de The Libertines y ese inconfundible sonido brit de The Kinks.
Producido por Jim Abbiss (Ladytron, Björk, Adele) y grabado por Ewan Davies (Noisettes, Napalm Death), Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not es un álbum que, con 11 canciones retrata a la juventud de aquel 2006, desde el chico tímido que no tiene suerte con las mujeres, hasta el aventurado que se llevaría a la chica a su casa a pesar de que tenga un bronceado falso a través del cual no la puede ni ver.
Para celebrar el aniversario de este enorme disco, añadimos las canciones más emblemáticas a nuestros Viernes de Clásicos, y las repasamos aquí:
El álbum abre con “The View From the Afternoon”, una canción rápida y estrepitosa donde escuchamos un genial juego de guitarras a lo largo de tres minutos y medio, sobre los que Alex Turner augura una noche de locos:
“Anticipation has the habit to set you up
For disappointment in evening entertainment but
Tonight there’ll be some love
Tonight there’ll be a rawkus, regardless of what’s gone before”
“I Bet You Look Good On The Dancefloor”, el primer sencillo de este disco es una de las canciones más emblemáticas de Arctic Monkeys, un himno del 2006 que a gritos, crashes y guitarrazos nos provocan ganas de agitar la cabeza.
El baile y el desmadre se hacen más fuertes en “Still Take You Home”, donde Turner le canta a una chica que probablemente sea promedio, pero que con su bronceado y las luces del club en el que están, se ve hermosa, y trae a todos comiendo de su mano.
Los ánimos se tranquilizan con la canción que cierra el disco: “A Certain Romance”, que tiene un ritmo más lento y sincopado como de danchall, tiene una de las mejores 10 letras de la década según NME, en la que describe y echa tierra a la gente local de su ciudad, para al final, absolverlos de sus penas y así terminar el álbum.
Además de hacernos sentir viejos, este décimo aniversario de Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not es un buen recordatorio de que la buena música no se extingue con el tiempo, sino que evoluciona y se adapta a éste. Celebremos los 10 años de este emblemático disco y esperemos que los Arctic Monkeys nos sigan dando buena música por mucho más tiempo.