15 Mayo 2020Los italianos lloran a uno de los artistas que más les ha emocionado en los últimos años: El compositor, pianista y director de orquesta Ezio Bosso, de 48 años. Enfermo desde hace tiempo, con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) tras un tumor al cerebro, nunca dejó de sonreír y continuó con sus conciertos de piano, además de dirigir y componer.El maestro Bosso era una persona especial: muy inteligente y de gran sensibilidad, que sabía transmitir como pocos la pasión por la música y por la vida. Ezio Bosso fue un niño prodigio. Comenzó a tocar el piano a los 4 años, a los 16 hacía giras por Europa dando conciertos. Desde el 2011 estuvo en silla de ruedas por su enfermedad, que día a día consumió un poco más sus músculos y su fuerza física, pero no le robó ni un ápice de su coraje y de su espíritu, ni de su creatividad.
Gozaba de fama internacional porque dio conciertos en los más grandes teatros del mundo y dirigió, entre otras importantes orquestas, a la London Symphony. Es obvio que no tuvo un camino fácil, pero superó todas las dificultades: «Combatí contra los prejuicios. Desde que era un niño luché contra la idea de que un pobre no puede llegar a ser director de orquesta; el hijo de un trabajador debe ser un trabajador, le dijeron a mi padre».