Tlatelolco, 55 años

La década de 1960 fue un punto de no retorno en la vida del siglo XX. Dejando atrás al fantasma de la última gran guerra, la juventud buscó (y encontró) nuevas formas de incidir y hasta influir en todo el mundo. No solo la moda, con sus diseños psicodélicos y de colores vibrantes, ni solo la música, con propuestas más frescas, menos solemnes y mucho más atrevidas en los ritmos y en letras; también en la cultura, el cine, la literatura (en México surgió el movimiento llamado “Literatura de la Onda”), la fuerza laboral, el ámbito profesional y económico.

A la par, o como consecuencia de todo esto, en todo el mundo se vivieron momentos convulsos y complicados protagonizados por jóvenes desde su hábitat natural: las universidades. Desde Europa hasta América del Sur, pasando por los Estados Unidos, surgieron movimientos estudiantiles que tenían un común denominador: la lucha contra los convencionalismos, empañada por la represión autoritaria, que funcionó con la misma violencia e intolerancia en cualquier latitud.

En México, tales tendencias coincidieron con un gobierno particularmente autoritario, cargado de tensión por la responsabilidad enorme de la organización de los XIX Juegos Olímpicos de la era moderna, y con ella, la de alimentar y conservar la reputación mexicana de estupendo anfitrión.

Esa coyuntura dio pie a uno de los episodios más intensos y controvertidos de nuestra historia: el Movimiento social – estudiantil de 1968, que en escasos 3 meses transformó la vida nacional.

Episodio 1 - México 68: un país que se fue.

Comencemos por el principio, hablando sobre cómo la juventud de los años 60 experimentó una transformación significativa, abandonando la terlenka por los jeans, pero también aspirando a algo distinto; sobre los movimientos sociales globales y cómo influenciaron un México cargado de tensiones en un ambiente de represión gubernamental; y, todo esto, en plena efervescencia previa a los Juegos Olímpicos de 1968 en México, cuando específicamente el Distrito Federal estaba por transformarse para siempre.

Episodio 2 - Únete Pueblo: Los días del Movimiento.

Todo parecía estar en orden, pero el lunes 22 de julio, un enfrentamiento entre estudiantes de diferentes instituciones desencadenó una serie de eventos que llevaron a una creciente agitación social. Estudiantes de diversas escuelas comenzaron a unirse en protestas y huelgas exigiendo la satisfacción de varias demandas, incluyendo la liberación de estudiantes detenidos y la desaparición de grupos de “porros”. La respuesta del gobierno fue cada vez más violenta, incluyendo la toma militar de una preparatoria y la destrucción de edificios histórico, comenzando una escalada de represión.

Episodio 3 - Voces del Movimiento: Testimonios de los protagonistas.

El 29 de julio, jóvenes protestan en el Zócalo de Ciudad de México y se ven obligados a refugiarse en la preparatoria número 1 para evitar un enfrentamiento con al ejército. De nada sirve. El ejército los encuentra y los reprime bruscamente. Como resultado, se forma el Consejo Nacional de Huelga (CNH) y brigadas de estudiantes buscan informar a la ciudadanía, pero el clima de represión comienza a escalar en la ciudad hasta llegar a una convocatoria de mitin a llevarse a cabo el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

Episodio 4 - Destellos en el cielo: Tlatelolco, 2 de octubre de 1968.

Como parte de las acciones del Movimiento Estudiantil se convoca a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968. Aunque se esperaba represión, nadie anticipó la magnitud de la tragedia. Entre disparos, gritos y pánico, la gente corría buscando refugio… El ejército alegaría haber respondido a disparos mientras que individuos vestidos de civil detuvieron a los líderes del movimiento. Ese mitin cambiaría la historia del país en más de un sentido, esta es parte de esa historia.

Episodio 5 - Los días y los años: México después de Tlatelolco.

Después de la tragedia del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, los líderes del movimiento fueron encarcelados y la información en los periódicos siguió limitada debido al bloqueo de la cobertura periodística. Asombrosamente, los Juegos Olímpicos de México se inauguraron sin incidentes notables. Pero al final de todo y a pesar de la represión y la disolución gradual del movimiento estudiantil, la conciencia social de los mexicanos había cambiado, el movimiento estudiantil de 1968 había dejado una huella indeleble en la historia de México.