El compositor Tomás Méndez Sosa formó parte de este importante lapso, que comprende las décadas de 1940 a 1960. Por el contenido de sus canciones, fue conocido como “El pajarero”; los títulos hablan por sí mismos: “Cucurrucucú paloma”, “Gorrioncillo pecho amarillo”, “Paloma déjame ir”, “Paloma negra”, etc., sin olvidar otras como “El aguacero” o “Las rejas no matan”.
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